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Comentario de Mariano Martín Sánchez-Escalonilla (1956-1963) al artículo de Jesús Reina (1975-1979):
Cuanto menos sorprendente el discurso de Jesús Reina, porque es de aquellos capaces de levantar al lector de la silla.
Cierto que por su ambigüedad no sabemos la dirección en que se ha de empujar el carro, y si dentro de éste viajan los panzudos de siempre, pero revela en el autor un heroico sentido del deber, y un voluntarismo no exento de retranca, amén de una excelente capacidad retórica y una grandilocuencia eficiente de cara a los graderíos.
A mí me recuerda a Trosky, del que dicen que encendía el auditorio hasta el punto de que los oyentes se hubieran cortado la cabeza, los unos a los otros, de habérselo pedido en sus discursos. Tampoco el texto es ajeno al espíritu del protagonista de la película "Gladiador", que viene a alzar el ánimo de sus compañeros diciéndoles algo así como:
¡¡¡Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad!!!
En el artículo queda tan patente que el autor cree en la épica del sufrimiento como necesidad imperiosa que, tienta a pensar en una tendencia natural hacia el masoquismo deliberado. Y digo esto porque debiera decirnos, primeramente, dónde vamos a luchar con tanta desesperación como proclama, para qué vamos a luchar, contra quién vamos a luchar, y cuándo vamos a luchar… porque tal vez los enemigos son invisibles y carecen de armas y armados.
Nada más, a la espera de la aclaración de estos extremos, felicito sinceramente el año nuevo a Jesús Reina. |
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