Siempre nos quedará...
FEZ
Fez está situada en el norte de Marruecos y tiene unos dos millones de habitantes. Se trata de una de las cuatro "ciudades reales" –junto a Mèknes, Rabat y Marrakech- y está asentada en una fértil cuenca regada por la corriente del río Uadi Fès. Antes de llegar a la ciudad hay que atravesar una zona del Rif con miles de olivos recién plantados, de medio metro de altura, y grandes viñedos que han dado un vino famoso para disfrute de turistas no islámicos. Fez es una encrucijada de caminos donde confluyen vías de comunicación atlánticas, mediterráneas y del interior -incluido el desértico sur- y un activo centro comercial (tejidos, cueros, alfombras y objetos de orfebrería) además del principal foco cultural y religioso del país.
Fue fundada por Muley Idris II durante los primeros años del siglo IX en el lugar ocupado actualmente por la "medina", que sigue conservando su primitivo nombre de Fàs-al-Bali, y desde el principio se desarrollaron dos zonas diferenciadas a ambos márgenes del río ya que tres mil árabes huidos de Túnez se asentaron en la orilla izquierda y ocho mil familias andalusíes expulsadas del califato de Córdoba lo hicieron en la derecha. Los monumentos más importantes de la antigua Fez son las mezquitas llamadas "de los andalusíes" y Al-Qarawiyyin (o "de los tunecinos"), levantadas ambas en aquellos primeros años y posteriormente reconstruidas en los siglos XII y XIII.
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