Actualizada el Jueves, 26 Septiembre, 2013 19:40
   

 

VAMOS DE FERIA
Un artículo de Arturo Luna Briceño.

La del alba sería cuando en la madrugada del día 26 de septiembre de 1984 un BMW blanco conducido por Antonio Rivera cruzaba el semáforo del Lejío y se aparcaba enfrente del Hotel Los Godos.
Allí estaban reservadas algunas habitaciones. Una para Antonio y otra doble para lo otros dos ocupantes del coche, su hermano Francisco Rivera 'Paquirri' figura del toreo y Juan Carlos Beca Belmonte, matador de toros retirado, nieto de Juan Belmonte, y hombre de confianza de su ex cuñado Paquirri.
Juan Carlos Beca Belmonte había estado casado con Belén Ordoñez y Paquirri con Carmina Ordoñez. Ambos se encontraban ya divorciados de las hijas de Antonio Ordoñez, y ambos habían rehecho sus vidas con otra pareja.

Paquirri y Beca Belmonte compartían habitación por qué al de Barbate no le gustaba la soledad de los hoteles. 
Venían de Logroño, donde el 25 había toreado Paquirri, y al terminar la corrida partieron para Pozoblanco, sólo pararon para cenar.
En el hotel Los Godos los alojaron en una habitación interior, muy silenciosa y tranquila, la misma que el torero había ocupado el año anterior. Subieron a ella y se acostaron para recuperarse del largo viaje. 

Beca Belmonte la abandonó hacia las once del día para ir a cobrar, en dinero contante y sonante, lo emolumentos del torero y asistir al apartado de los toros. Paquirri no bajó hasta cerca de la una. Hora en que se reunió con su gente y cuadrilla. Estuvieron jugando a las cartas. Al "hijo puta" hasta la hora de comer. Tras la comida, el matador, se retiró de nuevo a la habitación. 
Este relato me lo hizo el propio Juan Carlos Beca Belmonte el 15 de Octubre de 1984, y me lo ratificó Antonio Rivera poco tiempo después.
Tele Cinco en la narración de los hechos contó una historia que nada tiene que ver con lo que pasó. 
Una historia de la corrida y cogida de la que desapareció el hombre que había tomado, esa trágica tarde, todas las decisiones: Juan Carlos Beca Belmonte

Pozoblanco
tenía que haber pedido una explicación a la cadena amiga y una rectificación. La productora le comunicó la intención de grabar esta serie mucho antes, pero alguien, de esos que creen que el sol se puede tapar con un dedo, desde el Ayuntamiento le dijo al productor ejecutivo del "bio pic" en el 2009 que en Pozoblanco ya no quedaba nada de lo que había en 1984. 

Y claro, pasó lo que pasó, y pasará cuando la repitan.

La corrida del día 26 de Septiembre de 1984 en Pozoblanco empezaba a una hora, tan poco taurina, como las 5,30 de la tarde. 
Hacia las cinco, Paquirri, abandonaba la habitación 307 del Hotel Los Godos. Vestía un terno de color azul pavo.

Antes de subir al coche, se acercó a la centralita del hall, le pidió línea a Antonio Jurado, y llamó a Sevilla por cuarta vez en ese día. Lo hizo vestido de torero desde la cabina. Como en las veces anteriores le respondieron que Isabel Pantoja, su mujer, no había vuelto de las compras de los regalos que tenía que llevar a Venezuela al día siguiente. Viaje en el que iba a acompañar al torero.

Paquirri le dejó el encargado a Antonio Jurado, que hablase con su mujer y le diera un recado.
Según la prensa del Corazón y los guionistas de Tele Cinco. El torero se fue al apartado y sorteo de los toros, (cosa que no suele hacer ningún matador de toros porque trae mala suerte). Allí presintió que el destino y la tragedia estaban escritos en los cuernos de Avispado.

Ante tal augurio volvió al hotel y llamó a Carmina Ordoñez a Madrid y puso en orden su vida, sus deseos, sus amores y angustias mientras en sus manos acariciaba los recuerdos y regalos que la hija de Ordoñez le había hecho. 

Pero la verdad es bien distinta. La centralita del Hotel Los Godos, estaba conectada del tal manera, que para hacer una llamada externa había que solicitar línea a recepción. Desde allí se marcaba el número al mismo tiempo que ponían a funciona el contador. El que atendía la centralita anotaba en un cuaderno el numero y localidad a la que se llamaba, el número de la habitación y la duración y precio del servicio.
Para los que hoy viven colgados del celular, hay que aclarar que en 1984 no existían los teléfonos móviles.

La foto es de la hoja del cuaderno en que se anotaron las llamadas que la habitación 307 hizo el día 26 de Septiembre de 1984. Son cuatro y todas a Sevilla. Además de la hecha a la casa del torero las hay a otros familiares. Son llamadas que delatan el interés que el diestro tenía por hablar con su mujer. Cosa que no consiguió

Los del pueblo y los forasteros, nos enteramos que el toro que mató a Paquirri se llamaba "Avispado" a toro pasado. Es decir bastante después de la muerte del torero. Los vaqueros y los subalternos que asistieron al sorteo lo conocían como el número 9 con el que estaba herrado.

El toro había nacido en tierras de Benalup en Cádiz, y al destete fue trasladado a la finca que Sayalero y Bandrés tenían en Puerto Serrano, Una finca en las estribaciones de la Serranía de Ronda, a medio camino entre Puerto Serrano y Montellano, en la carretera de Coripe.
De esta finca, con los cinco años cumplidos, era la tercera vez que el 9 salía de viaje. Antes lo había hecho a San Martín de Valdeiglesias en Madrid, y más recientemente al Puerto de Santa María. Ahora por fin, se abrían las puertas de los chiqueros y Avispado se enfrentaba a la muerte.

Paquirri recibió al toro en terrenos de la tercera suerte. Un lugar poco común para recibir y torear a un toro de capa. Lo toreó mirando al "tendío". Este gesto displicente, delataba que el diestro no le daba importancia al toro. La razón es que era un toro muy chico. Tanto que en la canal le hubieron de subir la romana para evitar la multa.



Antonio Salmoral, corresponsal de TVE, estaba grabando en el burladero de areneros, prácticamente encima del torero. La polvareda que "Avispado" levantó en sus embestidas le llenó de polvo el objetivo de la cámara. Limpiándola estaba, cuando el torero se acercó a él y le dijo:
.- Gordo, no veas como lo estoy pasando. La taleguilla me está pillando un testículo, y en que me veo de aguantarme. 

Se bajó del estribo y se dispuso a llevar el toro al caballo. Con tan mala suerte que lo enganchó por la ingle y lo elevó en el aire.
Paquirri, en vez de dejarse caer, se agarró a los cuernos de "Avispado" que lo volvía otra vez a elevar en el aire. El resultado de la lucha entre el toro y torero, fue una cornada de cuatro trayectorias. Un gran tabaco de muslo partido en que quedó afectado todo el paquete muscular y la íliaca.

Avispado se emplazó en la puerta de caballos, y nadie de los matadores y los de la brega, ante el desconcierto, supo sacar al toro de su sitio. Por lo que hubo que evacuar al torero por la puerta de chiqueros y desde allí, dando media vuelta al ruedo, acceder a los médicos, que se desesperaban con la tardanza en llegar del torero. 
Se supone que perdió en ese fatídico paseo más de dos litros de sangre. 

 
Hoja del cuaderno en que se anotaron las llamadas que la habitación 307 hizo el día 26 de Septiembre de 1984
Cartel de Feria de 1984 Partida de nacimiento de Avispado
Paquirri toreando de capa a Avispado
 

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