El escultor Rafael Aguilar Belmonte, cordobés de alma y nacimiento, afincado en Bilbao, es un clásico que recuerda la imaginería de su tierra. Por lo rastreado en el mundo del arte, no existe al parecer, un retablo que recoja y ofrezca, como éste que ha creado este escultor, la contemplación en relieve de todos los misterios del Rosario.
Su estilo es realista; trabaja la piedra, la madera, el bronce, y ha realizado este retablo del Rosario en memoria de su padre que, hasta sus últimos días, reunía a toda la familia para rezarlo en el hogar.
Yo —dice el escultor— me imaginaba las escenas de cada uno de los quince misterios, pero no tenía dónde poder contemplarlas. Por ello he realizado este retablo, para poder unir mejor, contemplación y oración.